El Giro

Han despertado a la bestia. Un nuevo Alberto Contador, sin piedad ni ánimo de hacer concesiones, ha barrido en la novena etapa del Giro de Italia a todos sus rivales. Las rampas del 12% que tenía la subida final al Etna frenaban el ritmo de Scarponi, Nibali, Arroyo y Menchov pero para Contador era el escenario perfecto. El de Pinto consigue la victoria de etapa y la maglia rosa tras la primera jornada seria de montaña en este Giro.
Un campeón no debe permitir que lo cuestionen. La caza de brujas que emprendieron contra Alberto Contador ha convertido al ciclista bonachón del Saxo Bank en una bestia hambrienta de victorias. Desde que los picogramos se hicieron famosos en el ciclismo, el ciclista madrileño aspira a ganar todo lo que corre y en el Giro, no iba a ser menos.
La Corsa Rosa llegaba a la isla de Sicilia en busca del primer juez de la carrera: el Etna. El volcán activo más antiguo de Europa iba a ser el encargado de dar el primer lavado de cara a la clasificación general. Para dejar el 'top' 10 de la carrera como si fuera la parrilla de salida de un GP de Fórmula 1.
Una fuga de nueve hombres, Cherel (AG2R), Popovych (RadioShack), Visconti (Farnese Vini), Horrach (Katusha), Frank (BMC), Savini (Colnago), Vanotti (Liquigas), Lastras (Movistar Team) y Bakelants (Omega Pharma-Lotto), lanzaba esta novena etapa a unos 30 kilómetros de la salida de Messina.
Eran estos nueve aventureros los primeros en probar las rampas del Etna, que se subía por partida doble en la jornada de este domingo. Juntos coronaron el coloso siciliano y bien agrupados llegaban a los pies de la embestida final al volcán, a 19 kilómetros de meta.
En el pelotón tiraban Lampre y Liquigas. Unos confiando en la osadía de Scarponi, que el día antes aseguraba que la etapa del Etna estaba hecha para él, otros con la creencia firme de que el Tiburón del estrecho de Messina, Nibali, que corría en casa, no tendría rival. Vista la generosidad de las escuadras rivales, los Saxo Bank de Contador se limitaban a arropar al líder madrileño.
La aventura del día llegó a tener hasta 5:50 de ventaja respecto al gran grupo, pero a los pies del Etna todo se había reducido a poco más de dos minutos. Entonces, comenzaron las hostilidades.
Bakelandts, Frank y Visconti eran los más fuertes y dejaban a sus compañeros de fuga, que poco a poco eran engullidos por el pelotón. Todo recordaba a Montevergine. Parecía que los grandes favoritos se querían jugar todo un final en alto en un sprint final. Convertir una etapa de montaña en una 'volata' entre escaladores. El más fuerte no lo podía consentir.
Y el más fuerte era Alberto Contador. El de Pinto no esperó que cazarán a Bakelandts, que marchaba en cabeza por delante. Cuando quedaban 7 kilómetros para llegar a meta, en las rampas más duras del Etna (12%), el pistolero desenfundaba para disparar con un ataque mortal.
Michele Scarponi creía que Contador disparaba con balas de fogueo. Lo pagaría caro. El líder de Lampre aguantó el ritmo del español durante unos 300 metros, no más. Antes conocidos como 'gaseosas', los ataques del escalador Alberto Contador son ahora demoledores. Propios de Lance Armstrong o el mismísimo Marco Pantani.
Detrás se quedaban sin palabras. Vicenzo Nibali se limitaba a marcar su ritmo, conocía la subida y pensaba que podía repetir su gesta calculadora de la Bola del Mundo. Cuando acabó regalándole la etapa a un Mosquera que aspiraba a quitarle la Vuelta. Pero Contador está un escalón por encima de todos.
El madrileño avanzaba con su alegre pedalada hacia adelante. A falta de 4 kilómetros a meta ya era cabeza de carrera junto a José Rujano (Androni). El venezolano se agarraba al madrileño como una garrapata con la esperanza de recibir un regalo final.
Era una utopía. Rujano reventaba a 1,5 kilómetros de meta tras un nuevo ataque de un Contador insaciable. El checo del Astana Roman Kreuziger atacaba en el grupo de los humanos. Nibali le seguía y Scarponi comenzaba a pagar su osadía por creerse que estaba a la altura de Alberto. Igor Anton (Euskaltel) aguantaba con las fuerzas al límite. Sin noticias de Purito Rodríguez ni Denis Menchov.
Alberto Contador conseguía, en solitario, una rotunda victoria en el Etna. Reventaba la carrera y dejaba claro quién es el único máximo favorito para la victoria final. El grupo de los hasta hoy favoritos a la victoria final entraba a 50 segundos del nuevo líder del Giro de Italia. 1:15 si incluimos la bonificación.
Garzelli, Nibali, Kreuziger, Arroyo y Sivstov (ojo al bielorruso) se miraban a la cara buscando la complicidad de los derrotados al no encontrar explicaciones a la exhibición del ganador. Antón y Scarponi algo más retrasados, a 59 segundos. Denis Menchov (a 2:16) y Purito Rodríguez (a 2:21) pueden replantearse sus objetivos en este Giro.
Alberto ha vuelto a demostrar que es el mejor escalador del mundo. Hoy sería un buen día para hacerle controles si algún organismo internacional sigue sospechando de su clase. Él sigue hablando en la carretera. Cada vez que puede, aporta una nueva prueba.


OPINION DE MARCA DE LA ETAPA